Krishnamurti nace el 11 de mayo de 1895 en India. Es el octavo hijo de una familia de brahmanes y recibe su nombre en recuerdo del dios hindú Krishna que también fue octavo hijo.
Krishnamurti y la Sociedad Teosófica
Debido a que el padre de Krishnamurti se encuentra relacionado con la Sociedad Teosófica, a la edad de catorce años entra en contacto con Charles Leadbeater, quien ocupa un alto cargo en dicha sociedad. Leadbeater afirma que el aura del joven Krishnamurti es excepcional, desprovista de todo egoísmo. Desde este momento en adelante, la Sociedad Teosófica se hace cargo de la educación de Krishnamurti, quien recibe una esmerada preparación tanto en el plano espiritual, como físico. Convencidos de que será el instructor del mundo y para perfeccionar su educación se le traslada a Inglaterra. Aquí recibe una cuidadosa atención, tanto en el plano educativo, como por los múltiples honores y obsequios materiales que recibe.
Como se cree que Krishnamurti desempeñara un papel trascendente en la humanidad es nombrado presidente de la Orden de la Estrella de Oriente, institución vinculada a la Sociedad Teosófica. Desde ésta desarrolla continuos viajes e imparte charlas por todo el mundo.
Krishnamurti: Primera experiencia mística
En Ojai (EE.UU.) a la edad de 27 años, Krishnamurti experimenta una extraña experiencia; sin nada que lo justifique, sufre terribles dolores en todo el cuerpo, acompañados de escalofríos, pierde continuamente el conocimiento, se le agudizan algunos sentidos como el del olfato y no es capaz de ingerir alimentos. Luego de tres días de verdadera tortura, puede levantarse y se traslada al jardín bajo un árbol, donde cae en profundo trance. Cuando termina el episodio, que luego Krishnamurti denominara el «proceso», dice encontrarse "embriagado de Dios". Estas experiencias se repetirán y le acompañaran toda la vida.
Krishnamurti: Camino propio
Krishnamurti continúa ligado a la Sociedad Teosófica hasta 1929, fecha en la que decide abandonar todos los privilegios, bienes y honores recibidos, renuncia a la presidencia de la Orden de la Estrella de Oriente y con ella a la Sociedad Teosófica.
Desde este momento, libre de restricciones y convencionalismos, inicia un camino de profundo auto-conocimiento, el que no demora en transmitir a la gente a través de sus escritos y múltiples conferencias. De sus palabras se desprende un profundo mensaje de amor y sabiduría, que no deja indiferente a quienes las reciben, destacan entre ellos personalidades de su época tan diversas como: George B. Shaw, Kahlil Gibran, Henry Miller, David Bohm; entre otros: Todos ellos se refieren en los más elogiosos términos a la persona de Krishnamurti; Aldous Huxley, quién llegara a ser amigo de éste, después de asistir a una de sus conferencias nos dice:
"Fue lo más impresionante que haya escuchado nunca. Fue como haber escuchado un discurso del propio Buda, con tanta fuerza y autoridad en si mismo."
Para aproximarse al pensamiento de Krishnamurti es necesaria una actitud de alerta y de desnudamiento mental y emocional; para él, el ser humano en permanente búsqueda de seguridad, está atrapado entre el presente y el futuro, pero no sabe, no quiere afianzarse en lo que efectivamente es, el ahora.
"Es muy importante descubrir por uno mismo lo que se es en realidad, no de acuerdo con las teorías y las aseveraciones y las experiencias de los psicólogos, filósofos y gurús, sino por la investigación de toda la naturaleza y el movimiento de uno mismo, por el ver qué es uno realmente."
Otro aspecto que destaca en la vasta obra de este pensador, son sus reflexiones sobre el amor dentro de las que destacamos las siguientes:
"¿Qué es el amor? ¿Es placer -placer en el reiterativo acto sexual al que generalmente se llama amor? El amor de la esposa, en el cual hay gran placer, posesión y bienestar basados en el deseo, ¿es amor? Cuando existe un posesivo apego hacia el otro, tiene que haber celos, temor, antagonismo..." " ...Y, ¿cuál es la base del apego?..." "...¿Acaso la base del apego no es el temor de quedarse solo, de estar aislado, el temor al vacío, la sensación de la propia insuficiencia interna?"
"El amor es pasión, la cual es compasión. Sin esa pasión y compasión, sin su inteligencia, uno actúa en un sentido muy limitado, y todas las acciones de uno son limitadas. Donde hay compasión. esa acción es total, completa, irrevocable."
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Jiddu Krishnamurti y Doris Pratt.
ResponderEliminar"Recuerdo un entrevista con Krishnaji en la que le dije que quería discutir mi problema. El problema era que quería dejar de fumar. Me dijo: "Señora Pratt, me ha hablado usted de su problema, pero, en realidad, las cuestiones son cuatro. El hecho es que usted fuma, y a él se une, en primer lugar, la falacia de que fuma y le gusta. La segunda falacia es que desearía no fumar; y de ella surge a continuación el ideal: usted desería ser ese ideal, alguien que no hubiera fumado nunca. Y por último, existe el vacío interior que le hace a uno fumar, volcarse en el sexo, o cualquier otra cosa". De modo que había un conflicto entre el hecho y el vacío, y en medio de él estaba la falacia, el mito. Un momento después añadió: "¡Cielo santo, el mito al que yo en un tiempo me aferré! Creí que había de ser el Maestro del mundo, cuando en realidad era un joven común, y quería hacer todo lo que un joven quiere hacer: enamorarse, montar en motocicleta, hacer carreras... En aquel tiempo era simplemente un joven. Y me debatí entre el mito y el hecho".
Doris Pratt, organizadora de las charlas de Krishnamurti, Londres.
Krishnamurti 100 años de sabiduría, Evelyne Balu.
http://seaunaluzparaustedmismo.blogspot.com/
Hola Guzmán, gracias por visitar mi sitio y comentar.
ResponderEliminarMuy interesante tu acotación.